El verso que nace de mí ser y muere en la distancia, el éxtasis creado por los ecos de mi alma.
domingo, septiembre 18, 2005
Adios y soledad
Eterno sol, sol de soledad,
Vientos de suplicios, olor a llanto
Rastros de mi vida, pedazos de la tuya
Vidas recordadas entre vino y cigarro
Alma en silencio, silencio en la madrugada
Madrugada sin voz ni nada
Tus voces resuenan al vacío
Y el vacío grita buscando tu mirada.
Noches sin sombra, luna no menguada,
Estrellas sin cielo y el cielo sin cara
Noche entre almas vagabundas
Esperando mi voz ser escuchada.
Otoño desolado, otoño deshojado,
Deslizando una a una hojas y esperanzas,
Junto al roble de mis desilusiones
Tragando cada uno de mis fracasos.
Despedida perdida entre el suelo y el viento
Que vuela lejos como tus besos
Que desaparece entre el bosque de recuerdos
Y que se muere poco a poco en el tiempo.
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