viernes, agosto 27, 2010

No hay perfección...

“No hay perfección, solo aceptación” .


¿Qué le digo? ¿Cómo se lo digo?

No puedo convidarle lunas y estrellas,

campos de lirios celestiales

o inmolarme en honor a usted

pues la divinidad se me escapó en el nacimiento.

Solo soy un hombre.

Atestado de pequeños pecados

y una caricia retenida en cada dedo,

atiborrado de culpas, propias y ajenas,

y el amor adherido al corazón.

¿Qué le digo? ¿Cómo se lo digo?

La genuflexión a su paso sería lógica,

todo en usted es glorificable,

pero no poseo galantería

solo preservo ternura para usted.

Puede olvidarse del príncipe encantado,

no poseo esa destreza, esa nobleza.

Estremecer lo más profundo de su esencia,

encender la pasión desde lo más profundo de su cuerpo,

y extenderle la fe hacia la vida,

de un solo beso,

es el único tesoro que poseo.

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