De sombras se disfraza la vida y de luz su senderos más remotos
Caminando se aprende a vivir bajo la silueta de los sueños,
Bajo el manto que cubre el destino y la visión de lo desconocido.
Así se cumplen los propósitos de ser y no ser
Buscando desafiante la razón escondida entre los minutos
Y la belleza que se oculta en el corazón ajeno.
Se aprende a vivir con los pasos equivocados
Y la mirada fija en cada tropiezo y cada aventura
Se puede llegar a perder la razón en otras manos
En brazos de quien no está y de quien debe estar.
Se vive esperando por un sueño que quizás no llegará
Pero se vive en aquellos ojos ajenos que expresan serenidad
En aquellos brazos que desplazan ternura
En una vida prohibida de antemano
O solo esperando por una pizca de libertad…
El sendero es rocoso, brumoso, lejano, extenso
Pero el destino se cruza indiferente ante cada viajero.
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