viernes, agosto 27, 2010

Pasos













Pasos lentos, firmes, pero lentos…
Desojando pétalo a pétalo el rincón secreto
Donde se aloja la verdad y la esencia,
Dolores y alegrías.

Pasos lentos, seguros, pero lentos…
Paseando el espíritu mismo bajo el cielo
Y la blancura de la primavera
Que resalta el misterio crepuscular.
La verdad se vuelve irritante y venenosa
Y cada paso tropieza por falsedad.

Pasos lentos, auténticos, pero lentos…
Por la armonía que ilumina el sendero
Y los ríos de serenidad y certeza
Decidiendo de ante mano que todo,
todo en la vida, es verdad y mentira.

Pasos lentos y sueños firmes...

Se avanza de prisa o se disminuye
Nunca se detiene… jamás se retrocede.

No hay perfección...

“No hay perfección, solo aceptación” .


¿Qué le digo? ¿Cómo se lo digo?

No puedo convidarle lunas y estrellas,

campos de lirios celestiales

o inmolarme en honor a usted

pues la divinidad se me escapó en el nacimiento.

Solo soy un hombre.

Atestado de pequeños pecados

y una caricia retenida en cada dedo,

atiborrado de culpas, propias y ajenas,

y el amor adherido al corazón.

¿Qué le digo? ¿Cómo se lo digo?

La genuflexión a su paso sería lógica,

todo en usted es glorificable,

pero no poseo galantería

solo preservo ternura para usted.

Puede olvidarse del príncipe encantado,

no poseo esa destreza, esa nobleza.

Estremecer lo más profundo de su esencia,

encender la pasión desde lo más profundo de su cuerpo,

y extenderle la fe hacia la vida,

de un solo beso,

es el único tesoro que poseo.

No tan pohibido...

De sombras se disfraza la vida y de luz su senderos más remotos

Caminando se aprende a vivir bajo la silueta de los sueños,

Bajo el manto que cubre el destino y la visión de lo desconocido.

Así se cumplen los propósitos de ser y no ser

Buscando desafiante la razón escondida entre los minutos

Y la belleza que se oculta en el corazón ajeno.

Se aprende a vivir con los pasos equivocados

Y la mirada fija en cada tropiezo y cada aventura

Se puede llegar a perder la razón en otras manos

En brazos de quien no está y de quien debe estar.

Se vive esperando por un sueño que quizás no llegará

Pero se vive en aquellos ojos ajenos que expresan serenidad

En aquellos brazos que desplazan ternura

En una vida prohibida de antemano

O solo esperando por una pizca de libertad…

El sendero es rocoso, brumoso, lejano, extenso

Pero el destino se cruza indiferente ante cada viajero.