CAZADORA DE ALMAS

cazadora

Entraba directo al ruido agonizante del corredor y sentí tu mirada clavándose en mi espalda como la espada de un feroz guerrero y mire para cubrirme y tu me miraste. Y trate de huir como un cobarde para protegerme de tus despiadadas garras y no pude. Caí como caen todos alguna vez y ganaste como ganas siempre. Espada y escudo en mano y a la cesaría de almas que te caracteriza y manejas muy bien. Pero como pasa siempre toda dinastía termina derrumbandose, haciéndose añicos y lo más irónico, que esta vez venció el más débil. Yo. Y yo no te mire. ¿Y ahora quien es el cobarde? Si solo luche como para defenderme y tu sola te dejaste caer, tan hondo y profundo llorando porque nadie te va a socorrer. Y yo aquí, deseando nunca haberte conocido y deseando no tener que estar aquí. Pero toda historia comienza, se escribe y termina. Aquí esta tu final, la cazadora de almas caída y sus victimas queriéndola terminar.

Esta vez vencí yo. Tu macabra casería culmino.